¿Qué daño hace comer frituras?

Cómo dejar de comer fritos

Los alimentos fritos conllevan riesgos para el corazón, en parte porque estimulan la inflamación. Pero, ¿cuántas raciones de patatas fritas crujientes hacen falta para aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular? No muchas, según un amplio análisis publicado en línea el 18 de enero de 2021 por la revista Heart. Los científicos reunieron los resultados de 17 estudios sobre los alimentos fritos y problemas como los ataques cardíacos, la obstrucción de las arterias coronarias, la insuficiencia cardíaca y los accidentes cerebrovasculares. Los estudios incluyeron a más de medio millón de personas. Los investigadores también examinaron los datos de otros seis estudios que evaluaban la relación entre el consumo de alimentos fritos y la muerte prematura. En estos estudios participaron más de 750.000 personas. Las personas que comían más alimentos fritos a la semana tenían un 28% más de probabilidades de sufrir problemas cardíacos, en comparación con las que comían menos. Cada porción adicional de 114 gramos (4 onzas) de alimentos fritos a la semana aumentaba el riesgo general en un 3%. Pero el análisis no demostró que las personas que comían muchos alimentos fritos tuvieran más probabilidades de morir prematuramente. Además de provocar inflamación, los alimentos fritos suelen tener un alto contenido en sodio y en grasas saturadas perjudiciales. Si decide consumirlos, hágalo con moderación. Y evite los alimentos fritos en grasas animales; en su lugar, elija los alimentos fritos en aceites vegetales.

Lo que ocurre cuando comemos muchos alimentos fritos

“Se trata de un análisis bien realizado sobre los efectos del consumo de alimentos fritos en las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares y la muerte prematura.    En lugar de realizar un nuevo estudio, los autores han buscado en las bases de datos médicas para encontrar estudios realizados con anterioridad sobre esta cuestión y los han analizado todos juntos para determinar si se puede identificar alguna señal significativa.

“Estudiar la relación entre la ingesta de alimentos fritos y la enfermedad es un reto, ya que los cuestionarios, que suelen utilizarse para captar qué y cuánto se ha comido, dependen del recuerdo de los participantes y, por tanto, pueden ser incompletos.    Además, tampoco comemos alimentos de forma aislada, por lo que es difícil captar plenamente la complejidad de lo que comemos y cómo lo hacemos, especialmente a lo largo de muchos años.    Es importante destacar que otros factores que acompañan a la ingesta de alimentos fritos también podrían estar contribuyendo al riesgo, como la tendencia a tomar más bebidas azucaradas, el uso de sal añadida, el consumo de otros alimentos poco saludables, la disminución del ejercicio, el tabaquismo y los niveles de privación.    Es posible que muchos de estos datos no se hayan recogido en estudios anteriores, por lo que no se pueden tener en cuenta en su totalidad.

¿Con qué frecuencia se deben comer fritos?

Hasta un tercio de los adultos norteamericanos comen comida rápida todos los días, y estudios anteriores han sugerido que un mayor consumo de alimentos fritos se asocia con un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.

Los investigadores analizaron el consumo total y específico de diferentes alimentos fritos por parte de las mujeres, incluyendo: “pollo frito”; “pescado frito, sándwich de pescado y marisco frito (gambas y ostras)”; y otros alimentos fritos, como patatas fritas, chips de tortilla y tacos.

Tras tener en cuenta factores potencialmente influyentes, como el estilo de vida, la calidad general de la dieta, el nivel educativo y los ingresos, los investigadores descubrieron que el consumo habitual de alimentos fritos se asociaba a un mayor riesgo de muerte por cualquier causa y, en concreto, de muerte relacionada con el corazón: quienes comían una o más raciones al día tenían un riesgo un 8% mayor en comparación con quienes no comían alimentos fritos.

Las mujeres que comían alimentos fritos con mayor regularidad tendían a ser más jóvenes, no blancas, con menos estudios y con menores ingresos. También eran más propensas a ser fumadoras, hacer menos ejercicio y tener una dieta de menor calidad.

Comer alimentos fritos todos los días

Un estudio reciente generó titulares en los medios de comunicación en los que se afirmaba que comer incluso una pequeña porción de alimentos fritos -como una ración semanal de patatas fritas de una cadena de comida rápida- puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. ¿Qué debemos tener en cuenta al leer estos titulares?

Los titulares se basan en una revisión sistemática que reúne los resultados de 17 estudios observacionales que analizan la relación entre el consumo de alimentos fritos y el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, como el ictus, la cardiopatía, la insuficiencia cardíaca o la muerte por cualquiera de estas causas.1

Los investigadores descubrieron que las personas que comían más alimentos fritos, en comparación con las que comían menos, tenían un 28% más de probabilidades de sufrir un evento cardiovascular importante, como un ictus, una enfermedad cardíaca, una insuficiencia cardíaca o la muerte. Más concretamente, tenían un 37% más de posibilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca y un 22% más de riesgo de padecer una enfermedad coronaria.

Los resultados también señalaron que cada porción adicional de alimentos fritos a la semana -equivalente a 114 g de fritos- aumentaba el riesgo de sufrir cualquier evento cardiovascular importante, insuficiencia cardíaca y enfermedad coronaria en un 3%, 12% y 2% respectivamente.