¿Cuáles fueron los tres factores que contribuyeron al expansionismo de las potencias europeas en el siglo XV y XVI?

La exploración del nuevo mundo

El cerco colonial del mundo es un componente integral de la historia europea desde la Primera Edad Moderna hasta la fase de descolonización. Las historias nacionales y las de la expansión se referían unas a otras en distintos grados y en diferentes momentos, pero a menudo también se reforzaban mutuamente. Los procesos de transferencia dentro de Europa y en las colonias demuestran que no sólo las auténticas potencias coloniales, como España e Inglaterra, sino también los “recién llegados”, como Alemania, participaron en el proceso histórico de expansión colonial con el que Europa configuró decisivamente la historia mundial. A su vez, este proceso también configuró claramente a la propia Europa.

Lo que ahora se entiende como globalización tiene un trasfondo crítico en la participación histórica mundial de la esfera no europea desde el período moderno temprano hasta el período de descolonización. Ningún país europeo quedó exento: todos participaron directa o indirectamente en el reparto colonial del mundo. El Tratado de Tordesillas (1494) puso en palabras el pensamiento de poder global que percibía las posesiones coloniales como un derecho político, económico y cultural, y por último incluso como una obligación de misión civilizadora que sólo se vio definitivamente sacudida con la independencia de la India en 1947. 1 Estas dos fechas marcan el inicio y el ocaso de un problema clave en la historia de Europa, quizá el más trascendental, que el siempre precario dominio colonial provocó complejas competiciones entre los europeos tanto como entre la población indígena de las colonias, que fue capaz de crear simultáneamente cooperación y estrechas redes de relaciones entre conquistadores y conquistados, y que nunca estuvo exento de violencia y guerra, despotismo, arbitrariedad y anarquía. Esto convierte la simultaneidad y la multitud de colonialismos e imperialismos europeos en una experiencia de puente fronterizo. Pocos aspectos transnacionales de la historia europea ilustran con tanta claridad la diversidad de la conciencia europea.

¿Hasta qué punto la sociedad del siglo XVI era moderna?

El año 1492 marca un hito en la historia del mundo moderno. El viaje de descubrimiento de Colón inauguró una serie de acontecimientos que tendrían vastas consecuencias tanto en el Viejo como en el Nuevo Mundo. Transformó las dietas de los hemisferios oriental y occidental, ayudó a iniciar el comercio de esclavos en el Atlántico, propagó enfermedades que tuvieron un impacto devastador en las poblaciones indígenas y condujo al establecimiento de colonias europeas en todo el hemisferio occidental.

A mediados y finales del siglo XV, Europa se hizo con el dominio de las corrientes oceánicas y los patrones de viento del mundo y comenzó a crear una economía mundial centrada en Europa. Los europeos desarrollaron instrumentos astronómicos y tablas trigonométricas para trazar la ubicación del sol y las estrellas; sustituyeron a los remeros por velas y empezaron a comprender mejor los patrones de viento y las corrientes oceánicas.

El pionero de la expansión europea fue el pequeño Portugal, que, después de 1385, era un reino unido y, a diferencia de otros países europeos, estaba libre de conflictos internos. Portugal centró sus energías en la costa occidental de África. Fue España la que tropezó con el Nuevo Mundo.

Exploración de América

Los viajes ibéricos de finales del siglo XV y principios del XVI no sólo unieron Europa con América, sino que establecieron una red de comunicaciones que acabó uniendo todas las regiones del mundo con todas las demás. A medida que avanzaba la época, los barcos se hicieron más seguros, más grandes y más rápidos, y el volumen del comercio mundial se disparó. La red de caminos y senderos terrestres se amplió también para transportar mercancías y personas hacia el interior de Eurasia, África y los continentes americanos. Las consecuencias demográficas, sociales y culturales de esta gran conexión mundial fueron inmensas.

La aceleración del cambio:  La característica más llamativa de esta época fue la gran aceleración del cambio en la forma de vivir, trabajar y pensar de las personas. En estos 300 años la sociedad humana se convirtió en algo profundamente diferente de lo que había sido en los 5.000 años transcurridos desde la aparición de las civilizaciones. Cinco aspectos del cambio fueron especialmente destacados. Aunque las poblaciones indígenas americanas disminuyeron de forma catastrófica tras las primeras intrusiones europeas, las cifras mundiales en general iniciaron su pronunciada curva ascendente que continúa hasta el presente. La globalización de las comunicaciones produjo una intensificación de los encuentros e intercambios económicos y culturales entre los diversos pueblos de Eurasia, África y América. El capitalismo surgió como el sistema dominante para organizar la producción, el trabajo y el comercio en el mundo. Las innovaciones tecnológicas y científicas se multiplicaron y se complementaron continuamente. Los pensadores europeos, aprovechando un fondo mundial de ideas, formularon nuevas y revolucionarias visiones de la naturaleza y el cosmos, ideas que desafiaron las antiguas perspectivas religiosas y filosóficas.

Cronología del colonialismo

La colonización de África formó parte de un proceso europeo global que llegó a todos los continentes del mundo. La colonización y la dominación europeas cambiaron el mundo de forma radical. Los historiadores sostienen que la apresurada conquista imperial del continente africano por parte de las potencias europeas comenzó con el rey Leopoldo II de Bélgica cuando involucró a las potencias europeas para obtener el reconocimiento de Bélgica. La Lucha por África tuvo lugar durante el Nuevo Imperialismo, entre 1881 y 1914. Esta lección se centrará en las causas y los resultados de la colonización europea del continente africano, con especial atención al reino Ashanti (colonizado por los británicos como Costa de Oro, y hoy país africano independiente de Ghana).

El uso de herramientas de hierro marca un importante punto de inflexión en la civilización africana. Las herramientas de hierro mejoraron el armamento, permitieron a los grupos gestionar y despejar bosques densos y espesos, arar los campos para la agricultura y hacer más cómoda la vida cotidiana. Como las herramientas de hierro permitieron a los africanos prosperar en su entorno natural, pudieron vivir en comunidades más grandes, lo que llevó a la formación de reinos y estados. Con esta creación llegó la formación de civilizaciones modernas, lenguas comunes, sistemas de creencias y valores, arte, religión, estilo de vida y cultura. Otra característica única del África preeuropea fue el favorecimiento de la tradición oral dentro de estas sociedades. Las historias se contaban y se transmitían de generación en generación de forma verbal. Esto supone una amenaza para la supervivencia de estas historias, ya que algunos aspectos podían olvidarse o contarse de forma diferente. Las fronteras nacionales tampoco eran una gran preocupación antes de la colonización. Los países europeos se disputaban los países africanos principalmente por sus recursos naturales. Se trazaron líneas a través de las comunidades africanas que habían existido durante muchos años, y estas líneas pueden considerarse actualmente como fronteras nacionales. “Breve historia de la colonización europea en África”