¿Cuáles son los objetivos formales y reales de la politica exterior de Venezuela?

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Junto con los gobiernos, los responsables políticos y los ciudadanos, trabajamos en el establecimiento de normas internacionales basadas en pruebas y en la búsqueda de soluciones a una serie de retos sociales, económicos y medioambientales. Desde la mejora de los resultados económicos y la creación de empleo hasta el fomento de una educación sólida y la lucha contra la evasión fiscal internacional, proporcionamos un foro único y un centro de conocimientos para el análisis de datos, el intercambio de experiencias, la puesta en común de las mejores prácticas y el asesoramiento sobre políticas públicas y el establecimiento de normas internacionales.

Esta es una muestra de cómo ayudamos a los países a forjar un camino hacia una vida mejor, al tiempo que ahorramos miles de millones de dólares a los contribuyentes e impulsamos las perspectivas de unas economías y sociedades más fuertes, justas y limpias.

Quiénes son los enemigos de Venezuela

La política exterior del gobierno de Hugo Chávez se refiere a las iniciativas políticas realizadas por Venezuela bajo su anterior presidente, Hugo Chávez, hacia otros estados. La política exterior de Chávez puede dividirse, a grandes rasgos, en la que se refiere a las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela y la que se refiere a las relaciones de Venezuela con otros Estados, especialmente los de América Latina y los países en desarrollo de otros continentes. En muchos aspectos, la política del gobierno de Chávez supuso una ruptura sustancial con las anteriores administraciones que gobernaron Venezuela.

Hugo Chávez reorientó la política exterior venezolana hacia la integración económica y social de América Latina mediante la promulgación de acuerdos bilaterales de comercio y ayuda recíproca, incluyendo su llamada “diplomacia del petróleo”[2][3] Chávez declaró que Venezuela tiene “una fuerte carta petrolera que jugar en el escenario geopolítico… Es una carta que vamos a jugar con dureza contra el país más duro del mundo, Estados Unidos”[4].

Chávez hizo de la integración latinoamericana la piedra angular de la política exterior de su gobierno. Venezuela colaboró estrechamente con sus vecinos tras la Cumbre de las Américas de 1997 en muchas áreas -en particular, la integración energética- y defendió la decisión de la OEA de adoptar la Convención Interamericana contra la Corrupción, siendo también uno de los primeros en ratificarla (en 1997). Venezuela también participa en los grupos de amigos de la ONU para Haití. Se convirtió en miembro de pleno derecho del bloque comercial Mercosur el 31 de julio de 2012, ampliando su participación en las perspectivas de integración comercial del hemisferio. El gobierno venezolano aboga por el fin del aislamiento impuesto por Estados Unidos y por un mundo “multipolar” basado en los vínculos entre los países en desarrollo. Ejemplos de esta priorización han sido las instituciones multinacionales de cooperación que Chávez ayudó a fundar: Petrocaribe, Petrosur y TeleSUR. Las relaciones comerciales bilaterales con otros países latinoamericanos también han desempeñado un papel importante en su política, ya que Chávez ha aumentado las compras de armas a Brasil, ha establecido acuerdos comerciales de petróleo por experiencia con Cuba[5], ha financiado un oleoducto ex gratia de aproximadamente 300 millones de dólares construido para proporcionar gas natural a precio reducido a Colombia[6] y ha iniciado acuerdos de trueque que, entre otras cosas, intercambian petróleo venezolano por carne y productos lácteos de Argentina, país con problemas de liquidez. La reelección de Chávez en diciembre de 2006 se consideró un impulso para Cuba[7].

Política económica de Venezuela

A pesar de las duras sanciones, el aislamiento diplomático y las protestas civiles internas, Nicolás Maduro y su círculo íntimo han resistido las presiones para negociar una salida. En los últimos cinco años han fracasado tres procesos de diálogo auspiciados por la comunidad internacional y dos intentos de negociaciones mediadas, y Maduro ha aprovechado el tiempo para intensificar su control del poder. Diferentes factores están impidiendo una transición en Venezuela. Este informe investiga los desafíos y las oportunidades para ayudar a apoyar una transición hacia la democracia. Describe el posible papel de una iniciativa de diplomacia de segunda vía para producir una rampa de salida factible para Maduro -esencialmente el logro de un progreso significativo fuera del proceso de negociación formal. El informe también discute los posibles roles de los chavistas en la lucha actual y en los desafíos del “día después”, los elementos requeridos para un proceso de justicia transicional, y las condiciones básicas necesarias para celebrar elecciones libres y justas para elegir un nuevo presidente.

En medio de numerosos apagones, la escasez de combustible que afecta a la agricultura y la producción de alimentos, y la inflación que está en camino de alcanzar más de 10 millones por ciento a finales de 2019, la crisis humanitaria, económica y política de Venezuela ha obligado a más de 4 millones de ciudadanos a huir de su patria. Esta cifra podría superar los 5 millones a finales de 2019.

Relaciones entre Níger y Venezuela

Este artículo aborda la transición de la presidencia de Hugo Chávez a la de Nicolás Maduro, a la luz de los efectos de las dinámicas en la política interna y el cambiante orden internacional en la formulación de la política exterior de Venezuela. Partimos de una pregunta central: ¿cómo afronta el gobierno de Maduro, en medio de un escenario global menos favorable, los compromisos internacionales adquiridos por su antecesor en condiciones internas complejas y diferentes? Nuestra hipótesis central es que las corrientes históricas de fragmentación sociopolítica, las tensiones regionales y el mercado energético, plantean dificultades para la continuidad de una política exterior expansiva, pero a su vez actúan como estímulo para una mayor centralización del poder a nivel interno, y la politización de la agenda de política exterior, en consonancia con los objetivos y tendencias generales que persigue el partido de gobierno.

La política exterior venezolana se ha caracterizado por una creciente dependencia de los ciclos del mercado petrolero. Aunque no es una condición suficiente, un escenario petrolero favorable, con precios altos y/o mayor capacidad de captación de ingresos por parte del Estado es una condición necesaria para formular objetivos ambiciosos en la política exterior venezolana.