Marx alienación
Para Marx, la idea de los medios de producción es una categoría económica crucial. Los medios de producción incluyen casi todo lo necesario para producir mercancías, incluidos los recursos naturales, las fábricas y la maquinaria. En una economía capitalista, a diferencia de una economía comunista o socialista, los medios de producción son de propiedad privada, como cuando un empresario es dueño de una fábrica.
El elemento clave que no se incluye como parte de los medios de producción es el trabajo.2 Como resultado, los miembros de la economía capitalista se encuentran divididos en dos clases distintas: los que poseen los medios de producción (la clase capitalista3 o burguesía) y los trabajadores que no los poseen (el proletariado).
Dado que los seres humanos son seres biológicos, y no meras mentes inmateriales que flotan libremente, nosotros, al igual que todos los demás seres biológicos, debemos interactuar con el mundo natural y transformarlo para sobrevivir.4 Pero lo que nos distingue de todos los demás animales, como las abejas, las arañas o los castores, que transforman el mundo basándose en el instinto, es que nosotros transformamos el mundo consciente y libremente.5
Alienación deutsch
La alienación del trabajo que tiene lugar específicamente en la sociedad capitalista se describe a veces erróneamente como cuatro tipos o formas distintas de alienación. Se trata, por el contrario, de una única realidad total que puede ser analizada desde distintos puntos de vista. En los Manuscritos económicos y filosóficos, Marx analiza cuatro aspectos de la alienación del trabajo, tal como se produce en la sociedad capitalista: uno es la alienación del producto del trabajo; otro es la alienación de la actividad del trabajo; un tercero es la alienación de la propia humanidad específica; y un cuarto es la alienación de los demás, de la sociedad. Este cuádruple desglose de la alienación no tiene ningún misterio. Se desprende de la idea de que todos los actos de trabajo implican una actividad de algún tipo que produce un objeto de algún tipo, realizado por un ser humano (no un animal de trabajo o una máquina) en algún tipo de contexto social.
La alienación en general, en el nivel más abstracto, puede considerarse como una cesión de control a través de la separación de un atributo esencial del yo y, más concretamente, la separación de un actor o agente de las condiciones de una agencia significativa. En la sociedad capitalista, la separación más importante, la que en última instancia subyace a muchas, si no a la mayoría de las otras formas, es la separación de la mayoría de los productores de los medios de producción. La mayoría de la gente no es dueña de los medios necesarios para producir cosas. Es decir, no son dueños de los medios necesarios para producir y reproducir sus vidas. En cambio, los medios de producción son propiedad de unos pocos. La mayoría de la gente sólo tiene acceso a los medios de producción cuando son empleados por los propietarios de los medios de producción para producir en condiciones que los propios productores no determinan.
La teoría de la alienación de Karl Marx describe el alejamiento (en alemán: Entfremdung) de las personas de los aspectos de su naturaleza humana (Gattungswesen, ‘esencia de la especie’) como consecuencia de vivir en una sociedad de clases sociales estratificadas. La alienación del yo es una consecuencia de ser una parte mecanizada de una clase social, cuya condición aleja a la persona de su humanidad[1].
La base teórica de la alienación dentro del modo de producción capitalista es que el trabajador pierde invariablemente la capacidad de determinar la vida y el destino cuando se le priva del derecho a pensarse (concebirse) a sí mismo como director de sus propias acciones; a determinar el carácter de dichas acciones; a definir las relaciones con otras personas; y a poseer los elementos de valor de los bienes y servicios, producidos por su propio trabajo. Aunque el trabajador es un ser humano autónomo y autorrealizado, como entidad económica este trabajador es dirigido a objetivos y desviado a actividades que son dictadas por la burguesía -que es dueña de los medios de producción- para extraer del trabajador la máxima cantidad de plusvalía en el curso de la competencia empresarial entre industriales.
Sentirse alienado
El trabajo enajenado es uno de los conceptos centrales de la filosofía del joven Marx, que proporciona un análisis de lo que se percibe como una característica esencial del modo de producción capitalista y de cómo se relaciona con nosotros como seres humanos. Además, nos permite ver el enfoque normativo de Marx, cómo debe caracterizarse el trabajo en un sentido no alienado. En este ensayo, discutiré las características y causas del trabajo alienado, sus efectos, la validez del concepto y el grado en que sus consecuencias producen resultados negativos. También se discutirá la noción de trabajo no alienado de Marx y si esta idea tiene sentido.
El trabajo alienado se caracteriza por el hecho de que un sujeto se dedica a la producción de un objeto que es en sí mismo independiente en relación con el productor y su trabajo, “enfrentándose a él como algo ajeno (cursiva original)” (Marx, 1844 Económico, 1978: 71). Posteriormente, Marx se refiere a la objetivación del trabajo (Ibid). Por lo tanto, el trabajo enajenado es el trabajo que se manifiesta fuera del productor, se aleja de él, y crea así la división entre sujeto y objeto. Como resultado, bajo el capitalismo el trabajador se relaciona con su trabajo como un objeto extraño, carente de cualquier tipo de identificación con él, de hecho como algo ajeno a él.
Posts Relacionados:
Bienvenid@s a Trenmadridalicante.es, soy Carlos de la Cerda Gutiérrez, copywriter.
En mi blog encontraréis diversas noticias de actualidad.