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La palabra antiguamente denotaba flotas tanto de carácter comercial como militar. En el uso moderno, el término “marina” utilizado solo denota siempre una flota militar, aunque el término “marina mercante” para una flota comercial sigue incorporando el sentido no militar de la palabra. Este solapamiento de los sentidos de la palabra entre las flotas comerciales y militares surgió de la naturaleza intrínseca de doble uso de las flotas; hace siglos, la nacionalidad era un rasgo que unificaba a una flota en sus usos civiles y militares. Aunque la nacionalidad de los buques comerciales tiene poca importancia en el comercio en tiempos de paz, salvo para la evasión de impuestos, puede tener un mayor significado en tiempos de guerra, cuando las cadenas de suministro se convierten en asuntos de ataque y defensa patriótica, y cuando en algunos casos los buques privados se convierten incluso temporalmente en buques militares. Esto último era especialmente importante, y común, antes de que existiera la tecnología militar del siglo XX, cuando el mero hecho de añadir artillería e infantería naval a cualquier barco de vela podía hacerlo tan marcial como cualquier buque de propiedad militar. Este tipo de corsario ha quedado obsoleto en la estrategia de aguas azules desde que los modernos sistemas de misiles y aviones se adelantaron a la artillería y la infantería en muchos aspectos; pero el corsario sigue siendo, no obstante, potencialmente relevante en la guerra litoral de carácter limitado y asimétrico.
Tecnología del ejército
La palabra antiguamente denotaba flotas tanto de carácter comercial como militar. En el uso moderno, “marina” utilizada sola siempre denota una flota militar, aunque el término “marina mercante” para una flota comercial sigue incorporando el sentido de la palabra no militar. Este solapamiento de los sentidos de la palabra entre las flotas comerciales y militares surgió de la naturaleza intrínsecamente de doble uso de las flotas; hace siglos, la nacionalidad era un rasgo que unificaba a una flota en sus usos civiles y militares. Aunque la nacionalidad de los buques comerciales tiene poca importancia en el comercio en tiempos de paz, salvo para la evasión de impuestos, puede tener un mayor significado en tiempos de guerra, cuando las cadenas de suministro se convierten en asuntos de ataque y defensa patriótica, y cuando en algunos casos los buques privados se convierten incluso temporalmente en buques militares. Esto último era especialmente importante, y común, antes de que existiera la tecnología militar del siglo XX, cuando el mero hecho de añadir artillería e infantería naval a cualquier barco de vela podía hacerlo tan marcial como cualquier buque de propiedad militar. Este tipo de corsario ha quedado obsoleto en la estrategia de aguas azules desde que los modernos sistemas de misiles y aviones se adelantaron a la artillería y la infantería en muchos aspectos; pero el corsario sigue siendo, no obstante, potencialmente relevante en la guerra litoral de carácter limitado y asimétrico.
Abraham Lincoln tenía muy poca experiencia en estrategia o entrenamiento militar cuando llegó a la presidencia en 1861. Aunque había sido capitán de la Milicia del Estado de Illinois durante la Guerra del Halcón Negro de 1832, Lincoln no tenía la misma formación militar profunda de muchos comandantes del Sur. No obstante, con el tiempo Lincoln demostró ser un Comandante en Jefe capaz y eficaz durante la época más inquietante de la nación.
Una de las razones por las que Lincoln se convirtió en un gran estratega militar fue su capacidad para ver el valor de la tecnología militar emergente. Lincoln estuvo a la vanguardia de numerosos avances tecnológicos en la guerra militar. Uno de los avances más significativos en tecnología militar durante la Guerra Civil fue el del inventor e ingeniero John Ericsson, que creó los diseños de un nuevo tipo de buque naval para Estados Unidos: el barco acorazado con torreta giratoria. Aunque muchos estrategas militares se mostraron reacios a este diseño poco convencional, Lincoln vio la oportunidad de sacar provecho de este nuevo diseño e inmediatamente se puso a encargar estos nuevos barcos.
Según una infografía publicada por Louis Cheung HK el 24 de enero de 2022, la Armada del Ejército Popular de Liberación puso en servicio 32 buques en 2021, entre los que se encuentran helicópteros de desembarco, un submarino y destructores.
El Ministerio de las Fuerzas Armadas francés publicó un informe sobre las Fuerzas Armadas francesas y su equipamiento para el año 2021, de acuerdo con los compromisos de la ley de programación militar (LPM) 2019-2025.
De acuerdo con la información publicada por la Royal British Navy el 19 de noviembre de 2021, los marineros de la Armada Británica de la fragata HMS Argyll Tipo 23 clase Duke han probado un nuevo sistema de montaje de armas ASP (Agile, Small-deflection, Precision) armado con una ametralladora pesada del calibre .50.
Según la información publicada por la Real Armada Británica el 19 de noviembre de 2021, la Real Estación Aérea Naval de Culdrose acogió la primera edición del Heavy Lift Challenge, en la que se pedía a los fabricantes de aviones no tripulados que mostraran una tecnología sin tripulación que pudiera adaptarse para transportar suministros y carga a los buques y al personal.
Los escenarios de defensa actuales requieren un dominio absoluto del espacio aéreo, independientemente de las amenazas y de la complejidad operativa. La necesidad de soluciones de Defensa Integrada Aérea y de Misiles (IAMD) es aún más significativa, ya que permiten un enfoque sinérgico y la coordinación en tiempo real de todos los sensores y armas disponibles, lo que hace posible contrarrestar cualquier tipo de amenazas. La avanzada tecnología de radar de la familia KRONOS de Leonardo encaja perfectamente en este ecosistema.
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