¿Como la tecnología ha contribuido a solucionar las necesidades basicas del hombre?

Por qué es importante la tecnología

En los dos capítulos siguientes, la comisión se centra en las interacciones entre la tecnología y la economía. Un tema general emerge: los cambios económicos y sociales ocasionados por los desarrollos tecnológicos están condicionados, no sólo por la disponibilidad de las nuevas tecnologías y sus características, sino también por las ideologías, las estructuras de poder y las aspiraciones y agendas humanas. Las tecnologías no son fuerzas exógenas que pasan por encima de las sociedades como tsunamis con resultados predeterminados. Más bien, nuestras habilidades, organizaciones, instituciones y valores determinan cómo desarrollamos las tecnologías y cómo las desplegamos una vez creadas, junto con su impacto final.1

En este capítulo, el comité considera el estado actual de (1) el crecimiento de la productividad, (2) el empleo y (3) la distribución de la renta. En cada caso, se considera el papel de la tecnología, se resumen los cambios recientes y se consideran algunos posibles desarrollos futuros, basándose en el debate del capítulo 2 sobre las tendencias actuales y posibles futuras de las tecnologías subyacentes. La comisión es muy consciente de que hacer previsiones sobre los fenómenos sociales es peligroso. Hacerlo con respecto al ámbito tecnológico, tan cambiante y dinámico, es aún más difícil. No obstante, la interpretación de las respuestas sociales y económicas a la evolución de la tecnología puede proporcionar, al menos, un marco para pensar en el futuro.

La tecnología necesita ejemplos

Para muchos, la química es un concepto extraño, que pertenece al mundo de la academia y los libros de texto, con poca relevancia para nuestra vida cotidiana. De hecho, es difícil encontrar un aspecto de la rutina diaria que no esté directamente relacionado con la investigación química.

La química es el estudio de las moléculas: los componentes básicos de la materia. Es fundamental para nuestra existencia y dirige nuestras investigaciones sobre el cuerpo humano, la Tierra, los alimentos, los materiales, la energía y cualquier otro lugar. La industria química, apoyada por la investigación en química, sustenta gran parte de nuestro progreso económico y proporciona riqueza y prosperidad a la sociedad. En Australia, la industria química emplea a 60.000 personas y contribuye a nuestro PIB con unos 11.600 millones de dólares anuales.

La teoría química se viene desarrollando desde mucho antes de que el “químico” se convirtiera en una posible opción profesional. El fenómeno del fuego fue una de las primeras maravillas que la humanidad trató de comprender y su uso condujo al estudio y la manipulación de los metales. Esto se remonta al año 5000 a.C., cuando se descubrió el cobre y sustituyó a la piedra como material para fabricar herramientas. Se obtenía mediante un proceso llamado

Peligros de la tecnología

La química es un campo de estudio increíblemente fascinante. Al ser tan fundamental para nuestro mundo, la química desempeña un papel en la vida de todos y afecta de algún modo a casi todos los aspectos de nuestra existencia. La química es esencial para satisfacer nuestras necesidades básicas de alimentación, vestido, vivienda, salud, energía y aire, agua y suelo limpios. Las tecnologías químicas enriquecen nuestra calidad de vida de numerosas maneras al proporcionar nuevas soluciones a los problemas de salud, materiales y uso de la energía. Por ello, el estudio de la química es útil para prepararnos para el mundo real.

A menudo se denomina a la química como la ciencia central porque une la física y las matemáticas, la biología y la medicina, y las ciencias de la tierra y del medio ambiente. Por ello, el conocimiento de la naturaleza de las sustancias químicas y de los procesos químicos permite comprender una serie de fenómenos físicos y biológicos. Saber algo de química merece la pena porque proporciona una base excelente para entender el universo físico en el que vivimos. Para bien o para mal, ¡todo es química!

Identificar 3 necesidades humanas y la tecnología hecha para satisfacer esa necesidad.

En julio de 2016, las Naciones Unidas declararon el acceso a Internet como un derecho humano. Durante la pandemia de coronavirus, ha quedado aún más claro que el acceso a Internet y a las tecnologías digitales puede ser un salvavidas para muchas personas en todo el mundo. La información relacionada con la salud puede reducir la propagación del virus y salvar vidas, mientras que muchos servicios en línea pueden ayudarnos a vivir normalmente cuando nuestros movimientos están restringidos. Los gobiernos y los proveedores de servicios de telecomunicaciones e Internet (telcos e ISP) deben hacer todo lo posible para garantizar y permitir el acceso de las personas a Internet, en pleno cumplimiento de las normas internacionales.

El acceso a Internet y a las tecnologías digitales se ha convertido en algo esencial para la mayoría de nosotros en nuestra vida cotidiana. La tecnología nos permite trabajar, comprar, comunicarnos y acceder a servicios importantes. Cada vez más, la tecnología es un elemento clave para el ejercicio y disfrute de muchos derechos humanos, en particular el derecho a la libertad de expresión e información.

Durante una emergencia de salud pública, el acceso a Internet se convierte en una herramienta aún más esencial para proteger nuestra salud, así como una serie de derechos humanos, incluidos nuestros derechos sociales y económicos, mientras nuestros movimientos cotidianos están restringidos. La falta de acceso a Internet tiene un impacto significativo en la vida de las personas durante este tiempo. Internet nos permite recibir y compartir información vital sobre la pandemia y las medidas que se están poniendo en marcha para afrontarla. Nos ayuda a entender y examinar las acciones de nuestros gobiernos. Y con aproximadamente el 20% de la población mundial distanciada socialmente o viviendo en condiciones de cuarentena, la tecnología nos ayuda a trabajar, comprar y comunicarnos. Una serie de actividades cotidianas se han trasladado a Internet, desde la prestación de servicios sanitarios hasta los programas educativos que permiten la enseñanza en casa.