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Cómo vestir a un recién nacido
Los bebés no pueden hablar, así que no pueden decir si tienen calor o frío. Ser consciente de la cantidad y el tipo de ropa que necesita tu bebé para mantenerse cómodamente abrigado cuando hace frío puede ayudarte a mantenerlo contento.
Los bebés se comunican mediante el llanto. Si tu bebé llora más de lo habitual durante el invierno, puede ser su forma de decirte que no está cómodo. Pero recuerda que el llanto también puede ser una señal de que tiene hambre, está cansado o desea consuelo.
Los bebés corren más riesgo que los adultos de sufrir hipotermia si pasan mucho frío, porque su cuerpo es muy pequeño. También pueden enfriarse mucho más rápidamente que los adultos porque tienen menos músculos.
Si crees que tu bebé puede tener hipotermia, llama a una ambulancia al triple cero (000). Mientras esperas, sácalo del frío e intenta calentarle el centro del cuerpo (pecho, cuello, cabeza e ingle) con mantas o toallas calientes. Asegúrate de no exponerlos al calor directo.
Si es un día de invierno especialmente frío, es posible que tu bebé necesite ponerse unos guantes. Pero recuerda que debes quitarle estas capas adicionales en cuanto entres en casa o en un coche, autobús o tren cálido, aunque eso signifique despertar a tu bebé. No querrás que tu bebé se sobrecaliente.
Control del bebé
Cada bebé es diferente y nuestros consejos sobre la temperatura ambiente son orientativos. Por eso, aunque es importante estar informado sobre el sobrecalentamiento, debes comprobar regularmente si tu bebé tiene demasiado calor.
Toca el pecho o la nuca de tu bebé (las manos y los pies suelen estar más fríos, lo cual es normal). Si la piel de tu bebé está caliente o sudada, quítale una o varias capas de ropa de cama.
La mejor manera de comprobar la temperatura de tu bebé es poner tu mano sobre la piel del pecho o la nuca. No te guíes por las manos o los pies, ya que siempre estarán más fríos que el resto del cuerpo.
Somos conscientes de lo difícil que puede ser mantener la habitación de tu bebé entre los 16-20⁰C ideales en los meses más cálidos, sabiendo que el sobrecalentamiento puede suponer un riesgo. Si la habitación donde duerme el bebé es difícil de refrescar, sigue las “reglas de verano” de ropa de cama y de vestir más ligera y abre la puerta del dormitorio y una ventana, si es seguro hacerlo.
Cuando hace calor, es importante asegurarse de que el bebé ingiere mucho líquido. Los bebés alimentados con leche materna no necesitan agua adicional hasta que empiecen a comer alimentos sólidos. Cuando hace calor, es posible que quieran tomar el pecho más de lo habitual. Si le das el biberón, además de sus tomas habituales de leche, puedes darle un poco de agua hervida fría. Si tu bebé se despierta por la noche, probablemente querrá leche. Si ya ha tomado su leche habitual, prueba a darle también agua hervida fría.
Manos frías de bebé
Si tienes una luz nocturna KELVIN o estás pensando en adquirir una, es probable que quieras controlar la temperatura de la habitación de tu bebé o niño. Eso es estupendo. Preocuparse por si tu hijo tiene demasiado calor o frío puede ser desesperante, especialmente si se trata de un bebé. Los bebés no pueden expresarnos verbalmente si están incómodos, por lo que puede requerir cierta práctica. A continuación te ofrecemos algunos consejos para que te sientas más seguro sobre el nivel de confort de tu bebé:
Muchos padres piensan que un bebé debe estar abrigado con muchas capas, pero eso no es cierto. Los bebés son más propensos a sobrecalentarse y el sobrecalentamiento aumenta el riesgo de TIE, especialmente en los primeros seis meses de vida. Pero ¡no te estreses! Los expertos recomiendan mantener la temperatura de tu bebé entre 18 y 21 grados centígrados (65 y 72 grados Fahrenheit). La forma más fácil de controlar la temperatura de la habitación de tu bebé es con un termostato, pero si tu habitación o el monitor de la cámara no tienen uno, un termómetro portátil de interior te servirá.
Para dormir
Las manos y los pies del bebé se enfrían con facilidad y a veces pueden ponerse ligeramente azules. Esto es normal y debería resolverse con el calentamiento. También es conveniente tocar la nariz del bebé para ver si tiene frío. Si el bebé tiene frío, añádele otra capa de ropa, pero recuerda que nunca debes poner una manta en la cuna.
Para saber si tu bebé tiene demasiado calor, prueba a tocarle la nuca. Si la siente sudada, quítele una capa de ropa. Si te preocupa que tu bebé tenga mucho calor, o que se muestre inquieto o inusual, puedes comprobar también su temperatura.
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