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Recuperación económica tras la covacha
Kimberly Amadeo es una experta en economía e inversión en Estados Unidos y el mundo, con más de 20 años de experiencia en análisis económico y estrategia empresarial. Es la presidenta del sitio web económico World Money Watch. Como escritora de The Balance, Kimberly ofrece una visión del estado de la economía actual, así como de los acontecimientos pasados que han tenido un impacto duradero.
Samantha Silberstein es planificadora financiera certificada, titular de las licencias FINRA Series 7 y 63, agente autorizado de seguros de vida, accidentes y salud del Estado de California y CFA. Pasa sus días trabajando con cientos de empleados de organizaciones sin ánimo de lucro y de educación superior en sus planes financieros personales.
La economía estadounidense ha mejorado desde 2020. Esta perspectiva cautelosamente positiva se basa en la revisión por parte de los expertos de los principales indicadores económicos, como el producto interior bruto (PIB), el desempleo y la inflación. Los analistas también han analizado detenidamente los tipos de interés, los precios del petróleo y el gas, el empleo y el impacto del cambio climático.
Problemas económicos mundiales 2021
¿Qué señal deberíamos tomar de la inflación actual para la futura? La respuesta: alguna señal, pero no mucha. No cabe duda de que la inflación es alta (gráfico 1) y, si se excluyen las categorías típicamente volátiles de los precios de los alimentos y la energía, es más alta de lo que ha sido en décadas. Pero como los factores que están provocando la inflación están relacionados con la pandemia y, por tanto, son temporales, la tendencia actual no predice el futuro.
Para examinar si este aumento a corto plazo de la inflación apunta a una mayor inflación en los próximos años, examino los factores que parecen estar contribuyendo. Encuentro que la fuerza y la composición de la demanda de bienes por parte de los consumidores desde que comenzó la pandemia, así como las limitaciones de la oferta causadas por la pandemia, son las fuentes del actual repunte. El carácter claramente temporal de estos factores sugiere que no debemos extrapolar la reciente presión inflacionista al futuro.
El gráfico 1 (arriba) muestra la inflación desde 1969 hasta 2021, tanto por el índice de precios al consumo (IPC) como por el deflactor del gasto de consumo personal (PCE). Algunos observadores han intentado establecer un paralelismo entre el actual episodio de inflación y la década de 1970; esto es incorrecto. Aunque la inflación ha aumentado en relación con los últimos años, está muy por debajo de los niveles observados en la década de 1970.
Tendencias económicas
La economía de Estados Unidos sufrirá una recesión, pero no en 2022. La política de la Reserva Federal provocará más ciclos económicos, para los que muchas empresas no están bien preparadas. La recesión no llegará en 2022, sino que podría llegar ya en 2023. Si la Reserva Federal evita la recesión en 2023, espere una caída más severa en 2024 o 2025.
Las recesiones suelen provenir de la debilidad de la demanda, pero los problemas de oferta también pueden desencadenar una recesión. En 2022 la demanda de bienes y servicios será fuerte. Los consumidores tienen mucho dinero, gracias a los ingresos pasados, los pagos de estímulo y el seguro de desempleo adicional. Han pagado los saldos de sus tarjetas de crédito. Aunque también han aumentado el saldo de sus préstamos para automóviles al actualizar sus vehículos, su estado general es bueno. El empleo aumentará gracias al gasto, reforzando las ganancias de ingresos que permiten los gastos.
También las empresas tienen mucho dinero en efectivo. No sólo los beneficios han sido buenos, sino que el Programa de Protección de Salarios ha dado casi 800.000 millones de dólares a las empresas. Las empresas quieren comprar ordenadores, equipos y maquinaria para sustituir a los trabajadores que no pueden encontrar, y este gasto ayudará a los fabricantes de los equipos.
Previsión económica mundial 2021
La fortaleza de la producción económica fue, en parte, resultado de la enorme respuesta legislativa tanto a la pandemia como a las dificultades humanas que causó. Esto incluye las leyes aprobadas en 2020 y 2021 por el Congreso, entre las que destacan la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica contra el Coronavirus (Ley CARES), la Ley de Asignaciones Consolidadas y la Ley del Plan de Rescate Americano. Las sucesivas rondas de apoyo fiscal sustancial han impulsado la actividad económica desde marzo de 2020 y se prevé que sigan haciéndolo hasta 2023. Para dar una idea del impacto potencial de la acción federal en la economía, Edelberg y Sheiner (2021a) estimaron que un paquete de magnitudes similares al Plan de Rescate Americano impulsaría la producción económica en un 4% en 2021 y un 2% en 2022.
Basándonos en este conjunto de trabajos y en los hechos de este documento, sacamos las siguientes conclusiones en este momento de la recuperación económica. En primer lugar, la rápida recuperación económica inicial y la ralentización prevista generan riesgos que los responsables políticos deberían tener en cuenta. En segundo lugar, el apoyo fiscal ha sido esencial para acelerar la recuperación. En tercer lugar, una mayor inversión federal en infraestructuras, tanto físicas como humanas, es clave para mejorar las perspectivas económicas del país a largo plazo.
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